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Los recorridos virtuales y presenciales muestran al público participante los detalles más característicos de algunos de los monumentos más emblemáticos de Andalucía, interpretando las conexiones existentes entre las matemáticas y su historia, así como su significado artístico. El proyecto está coordinado por la Fundación Descubre y cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades.
Además del rosetón estrellado de la fachada de la Catedral de Granada, esta parte del monumento contiene diversos elementos decorativos cargados de simbolismo: cuatro medallones con las figuras de los cuatro evangelistas, curvas retorcidas en espiral o arcos de circunferencia que suavizan la sólida arquitectura de la fachada, dos ángeles sentados sobre un pedestal bajo el que se ubica una concha venera y una máscara decorada con dos espirales a modo de tocado y en la que se refleja la influencia del grutesco de Siloé con una expresión enigmática.
La Catedral de Granada es uno de los monumentos de interés histórico y cultural más importantes de Andalucía. Contiene numerosas representaciones geométricas y proporciones en muchos de los rectángulos que se pueden identificar en su arquitectura. Otros elementos decorativos que podemos encontrar en diferentes lugares de este edificio y que en muchas ocasiones pueden pasar desapercibidos son las cartelas decorativas.
La fachada de la Catedral de Granada reúne muchos elementos significativos y cargados de simbología. Uno de ellos se observa desde la plaza de Las Pasiegas. Resulta imposible que el paseante no fije su mirada en el óculo o rosetón estrellado central. Una figura estrellada que preside una fachada presentada en un barroco austero con gran carga geométrica. En esta entrada se explica desde un enfoque matemático qué figura se ha tomado para crearlo: una estrella.
La Catedral de Granada, desde su fachada hasta los elementos que la componen, forman un conjunto perfectamente escogido que transmite sensación de armonía, como refleja el escritor y poeta granadino Antonio Enrique en su obra La montaña Armónica (1986). En ella, la catedral se convierte en el centro de una novela histórica tomando forma de un gigantesco cerebro que recoge las señas de identidad de cada una de las épocas históricas de la ciudad. Una auténtica montaña armónica fruto de un conjunto de proporciones en la que sus módulos parecen colocados a la perfección como las piezas de un rompecabezas sólido y robusto.
En nuestra anterior entrada, vimos como las proporciones geométricas en las plantas de los edificios que conforman el conjunto religioso de la Catedral de Granada forman una mezcla fruto del transcurrir histórico que supone toda la configuración de esta agrupación arquitectónica tan representativa de la ciudad. En esta ocasión vamos a observar la imponente fachada de la Catedral, casi gigantesca observada a escala humana, desde la plaza de las Pasiegas.
La Catedral de Granada es uno de los edificios renacentistas más importantes de nuestro país y por tanto, un monumento muy presente en nuestro paseo matemático por Granada. Su construcción comenzó en 1523 y duró 181 años. En la geometría de la planta del edificio se identifican varias proporciones como resultado de todo el proceso histórico que conlleva su levantamiento. Al superponer todas estas proporciones que definen las plantas de todos los edificios, el resultado es una completa composición que refleja la evolución de todo este conjunto arquitectónico de carácter religioso como fruto de la mezcla de diseños y la integración reiterada de edificios a lo largo de la historia.
Este nuevo paseo matemático por Granada anima a buscar la interpretación geométrica de la concha del peregrino, un símbolo universal y muy representativo, relacionado con la protección y la buena suerte que puede utilizarse como ofrenda mortuoria o amuleto. Esta simbología en la arquitectura se halla en la portada de la Capilla Real. Las dos pilastras adosadas que sujetan el arco de medio punto tienen en la parte superior una escultura sobre las que hay, a modo de talismán protector, una concha de este tipo que se abre en forma de paraguas. Además de su simbolismo como elemento de protección, su presencia aquí está ligada al proyecto político-religioso de los Reyes Católicos.
Esta tercera puerta se encuentra en el muro norte de la catedral, sobre la calle Cárcel Baja. Su primer cuerpo fue labrado por Siloé en 1532; el segundo cuerpo fue labrado por Juan de Maeda, sucesor de Siloé como arquitecto de la Catedral, quien también tuvo que reconstruir parte del primer cuerpo por los daños causados por la corrosión del agua. En la parte superior se observa un tercer cuerpo realizado por Miguel Guerrero en 1639. A pesar de estar muy distanciado en el tiempo con respecto a los anteriores, mantiene en lo posible el diseño siloesco.