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Este elemento decorativo recorre la parte superior de la primera planta de esta puerta. En él se observan figuras de torso y cabeza humana, cuya parte inferior del cuerpo está formada por un tallo vegetal que termina con un remate espiral. La composición del detalle esculpido de estas figuras refleja una perfecta armonía y ritmo. Además, el secreto matemático para conseguir esta sensación está en la simetría central acompañada de distintas simetrías axiales.
El pentágono es una figura geométrica que puede trazarse con regla y compás, aunque no de manera intuitiva. Pero el que se encuentra en la puerta de San Jerónimo presenta una similitud con la construcción del conocido como 'pentágono de Durero'. De esta construcción resulta un pentágono cuyos ángulos interiores no son 108º exactamente; éstos oscilan entre 107º y 109º.
La flor que vemos representada se corresponde con una malva, una flor pentámera con pétalos mucho más estrechos hacia la base dejando entre ellos espacios en forma de gotas y una acusada moldura central. Esta característica tan significativa también está representada en la piedra.
La Catedral de Granada es uno de los edificios renacentistas más importantes de nuestro país y por tanto, un monumento muy presente en nuestro paseo matemático por Granada. Su construcción comenzó en 1523 y duró 181 años. En la geometría de la planta del edificio se identifican varias proporciones como resultado de todo el proceso histórico que conlleva su levantamiento. Al superponer todas estas proporciones que definen las plantas de todos los edificios, el resultado es una completa composición que refleja la evolución de todo este conjunto arquitectónico de carácter religioso como fruto de la mezcla de diseños y la integración reiterada de edificios a lo largo de la historia.
Esta tercera puerta se encuentra en el muro norte de la catedral, sobre la calle Cárcel Baja. Su primer cuerpo fue labrado por Siloé en 1532; el segundo cuerpo fue labrado por Juan de Maeda, sucesor de Siloé como arquitecto de la Catedral, quien también tuvo que reconstruir parte del primer cuerpo por los daños causados por la corrosión del agua. En la parte superior se observa un tercer cuerpo realizado por Miguel Guerrero en 1639. A pesar de estar muy distanciado en el tiempo con respecto a los anteriores, mantiene en lo posible el diseño siloesco.