El «Compás Perfecto» fue propuesto por el matemático y astrónomo persa Al- Quhi en el siglo X. De él solo nos queda un dibujo de diseño, en un manuscrito suyo al respecto y, aunque fue tratado por varios escolares árabes, no existen restos arqueológicos ni evidencia de haber sido nunca construido en época medieval. Por ello hay que pensar en él como una propuesta, más que como una realización práctica. La máquina tiene un “cuello de botella” en el diseño de ingeniería al requerir de un brazo telescópico muy largo para su funcionamiento, que nosotros hemos solucionado mediante tecnología láser y dibujo sobre una base fotosensible. Ello le diferencia de las pocas versiones existentes en el mundo, muy limitadas por su diseño mecánico.

La máquina está construida mediante tecnologías de corte láser e impresión 3D, y se ensambla con algunos elementos de fácil adquisición. El compás consta de dos brazos articulados con medición de sus ángulos de apertura y un emisor láser con botón de encendido. El trazo se dibuja durante algunos segundos sobre una base fotosensible. Según la configuración de los ángulos de los brazos el compás dibuja circunferencias, elipses, parábolas, hipérbolas y hasta lo que parece imposible con un instrumento en rotación: líneas rectas. Para la comprensión de los fundamentos matemáticos aportaremos el Cono de Apolonio, impreso en 3D, con sus cuatro secciones.